FORO DE LOS PUEBLOS INDIGENAS DE ARGENTINA
Los días 18 y 19 de junio de 2009 en la ciudad de Corrientes – Territorio ancestral Guaraní – se realizó el segundo encuentro regional del norte del Foro de los Pueblos Indígenas de Argentina. Con la participación de treinta y seis representantes de pueblos originarios de la región (Mbya Guaraní, Q’om, Wichí, Pilagá, Kolla-quechua, Charrúa), luego de debatir durante las dos jornadas, han llegado a los siguientes acuerdos:
Que, estamos ante una crisis civilizatoria, pues es una crisis provocada por el sistema productivo y de consumo desarrollado por la civilización occidental, que en las últimas tres décadas se profundizó por la aplicación de las políticas neoliberales, globalizando la crisis sistémica.
Que, los propios países desarrollados del norte han generado un sistema productivo que llevaron al mundo a las actuales crisis Alimentaria, energética, climática y del Agua, que demuestran que este sistema desarrollado por la civilización occidental, nos empuja ante el peligro de la destrucción irreversible de nuestra madre naturaleza poniendo en riesgo la propia existencia de la vida.
Que, producto de este modelo de explotación de la naturaleza y de los pueblos, impuesto en nuestro continente por los invasores (imperios europeos) desde hace más de quinientos años, han generado pobreza, hambre, y el genocidio de nuestros pueblos, con el único objetivo del saqueo permanente de nuestro patrimonio. Que, actualmente, sufrimos la continuidad de esta política, por la actividad productiva de las empresas transnacionales, la militarización y la criminalización de nuestras luchas. Que, prueba de ello, es el genocidio hecho a nuestros hermanos, los pueblos indígenas que defienden la vida en la amazonía, por el gobierno del Presidente del Perú Alan García.
Que, por todo expuesto existe, una DEUDA HISTÓRICA con los pueblos indígenas, y también con los pueblos de Nuestra América, que reclamamos y que debe reclamarse a los países del Norte, responsables de la violencia cultural al imponernos este “modelo de desarrollo destructivo y genocida”.
Que, la Deuda Histórica, es social y ecológica. Que su exigencia de cobro, nos pone ante una oportunidad para recuperarnos de tanta destrucción, violencia y saqueo.
Que, la reparación que exigimos, no lo planteamos con la idea de recuperar riqueza, sino para salvar a nuestra madre naturaleza, para salvar la vida.
Que, en este sentido nos adherimos al planteo de nuestro hermano - el presidente de Bolivia Evo Morales – cuando exige frenar el “cambio climático” – manifestando que, “debemos ser conscientes de que se trata de una lucha entre dos formas de entender el mundo, aquella de la muerte y la contaminación frente a la de la vida y la paz. Lo primero es la esencia del modelo capitalista depredador que en lugar de crear, mata, que en lugar de proteger, vende, que en lugar de promover el buen vivir, alimenta la voracidad de pocos”.
Que, en nuestra región la depredación de nuestros bosque naturales se le suma su reemplazo por los monocultivos de soja y forestal (pino y eucaliptos) que nos traen la degradación de la naturaleza con sus modificaciones transgénicas, los agrotóxicos y los pesticidas, que contaminan nuestras aguas y nuestro ambiente. Que, al contaminar el Agua, contaminan la sangre de nuestra madre naturaleza. Y esto no es historia, esto es nuestra lucha de todos los días, donde los invasores de hoy están representados por las “entidades del campo” que siguen avanzando sobre nuestras comunidades indígenas, apropiándose de nuestro territorio, al igual que hacen con las comunidades campesinas.
Que, no necesitamos recordar “la conquista del desierto” donde a costa del genocidio de los pueblos originarios del sur hicieron un gran negocio inmobiliario, entre el ejercito del Gral. Julio Roca y la Sociedad Rural. Estamos cansados de denunciar como continúan con la acción de “conquista” sobre nuestros territorios, de aquellos que buscan solo enriquecerse, y para ello, no les importa matar. Nosotros exigimos nuestro derecho a vivir bien, no mejor que nadie, solo vivir bien en nuestro territorio, de acuerdo a nuestras costumbres, a nuestras culturas.
Que, para lograr detener la destrucción, debe asumirse la construcción de otro modo de vida, de otro mundo que es posible en nuestras naciones, y para ello, resulta imprescindible saldar la Deuda Social interna. Que es, también, Histórica y Ecológica.
Y considerando, que la Deuda Histórica esta reconocida por todos los países de las Naciones Unidas, en su Declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas, que aprobado por su Asamblea General, expresa que: “Preocupada por el hecho de que los pueblos indígenas hayan sufrido injusticias históricas como resultado, entre otras cosas, de la colonización y enajenación de Tierras, Territorios y Recursos, lo que les ha impedido ejercer, en particular, su derecho al desarrollo de conformidad con sus propias necesidades e intereses”. Y es su Articulo 8, punto 1-Los pueblos y las personas indígenas tienen derecho a no sufrir la asimilación forzada o la destrucción de su cultura. Y en el punto 2-Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la preservación y el resarcimiento de: a) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia privar a los pueblos o personas indígenas de su integridad como pueblos distintos o de sus valores culturales o de su identidad étnica; b) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia enajenarles sus tierras, territorios o recursos; c) Toda forma de traslado forzado de población que tenga por objeto o re la violación o el menoscabo de cualquiera de sus derechos; d) Toda forma de asimilación o integración forzadas;
Reforzada en el Articulo 11, punto1-Los pueblos tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas, como lugares arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e interpretativas y literarias.
2-Los Estados proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces, que podrán incluir la restitución, establecidos conjuntamente con los pueblos indígenas, respecto de los bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales de que hayan sido privados sin su consentimiento libre, previo e informado o en violación de sus leyes, tradiciones y costumbres.
Por lo que, para poder construir nuestro buen vivir debe pararse la continuidad destructiva del sistema de explotación.
Por ello, con todos los derechos constituidos, exigimos reparación por el daño hecho por los siglos de explotación.
Estrategia que debe ser asumida por los Estados de nuestro Sur continental en todos los procesos de Integración regionales, en cuanto somos acreedores de la deuda histórica, social y ecológica, exigiendo su pago a los países del norte, pero también deben hacerse cargo de la deuda interna social con nuestros pueblos.
CONCLUSIONES
Los Pueblos del Sur, principalmente los pueblos indígenas, somos Acreedores de la Deuda Ecológica, que deben asumir con responsabilidad, los países del Norte con los pueblos del Sur.
Son ya innumerables las denuncias históricas y actuales de las violaciones a los derechos fundamentales de nuestros pueblos indígenas del Sur, que reafirman la existencia de la DEUDA HISTÓRICA de los países imperialistas a nuestros pueblos.
Deuda histórica que exige la investigación sobre los mecanismos de la acumulación capitalista, que la globalización neoliberal profundizó la concentración en beneficio de los países del Norte a costa de los pueblos del Sur. La deuda externa, más allá de su ilegalidad comprobada, es ilegitima y profundamente inmoral. Sostenemos, entonces, que no somos deudores sino Acreedores.
Por ello,
1 -Consideramos, es nuestra oportunidad de enfrentar la crisis exigiendo el cobro de la deuda histórica a los generadores del atraso, el saqueo, la pobreza, el hambre y la desigualdad social en Nuestra América.
2 - Debemos detener la destrucción, asumiendo la construcción de otro modo de vida, de ese otro mundo que es posible en nuestras naciones, para lo que, es imprescindible saldar la Deuda Social interna.
3 – Proponemos como mecanismo de Negociación colectiva Estado Federal - Pueblos indígenas, la realización de Convenios Colectivos Sociales, convocándose a Paritaria social en el marco del Convenio 169º de la OIT.
Para Pueblos indígenas y tribales.
4 – Reivindicamos nuestro derecho, que los Estados deben respetar, a organizarnos de acuerdo a nuestras culturas ancestrales. Nos comprometemos a sostener los objetivos de unidad política del Foro de Pueblos Indígenas en la Región.
5 – Asumimos el compromiso de promover y realizar asambleas en nuestras comunidades y nuestros pueblos para llevar la información del Foro, debatir sus propuestas y fortalecer la participación.
6 – Nos comprometemos a realizar un plan de Formación política sobre Negociación Colectiva y el Convenio 169º de la OIT. Convocando al:
a) Primer taller de formación para la primera quincena de Agosto del presente año en Misiones. Asumiendo la organización del encuentro regional, la Nación Mbya Guaraní.
b) Segundo taller de formación, para el mes de octubre en la provincia del Chaco. Asumiendo su organización los pueblos Q’om y Wichi de dicho territorio provincial.
c) Tercer taller de formación, para el mes de noviembre en la Provincia de Formosa. Asumiendo su organización los pueblos Q’om, Wichi y Pilagá de dicho territorio provincial.
7 – Conformamos una coordinadora regional del Foro de los Pueblos Indígenas con dos hermanos/as por pueblo presente en el encuentro y por provincia. Esta coordinadora tendrá la responsabilidad de coordinar la participación de los representantes elegidos por los pueblos en los talleres.
8 – Resolvimos participar activamente con las posiciones resueltas en el presente Foro, en la Cumbre de los Pueblos del Sur a realizarse en el mes de julio en Asunción – Paraguay. La delegación participante será definida por la coordinadora regional.
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